Calefacción espectacular, buena ubicación, guarda-esquís

A veces hay que esperar mucho por el único ascensor!!! El ruido de las habitaciones contiguas puede molestar a quienes buscan descansar!!! Necesitan actualizar la decoración de las habitaciones que parecen de otro tiempo!!!

La ubicación es ideal para disfrutar de la

estación de Canfranc y de las rutas de esquí cercanas. El hotel es muy tranquilo y el personal es excepcionalmente amable. Sin embargo, el baño podría beneficiarse de un poco más de espacio, y me encontré con algunos ruidos ocasionales.

a Habitación espaciosa
b Desayuno variado
c Servicio atento

a Ruido de habitaciones
b Calidad de comida
c Falta de aire acondicionado

Las habitaciones estaban limpias, aunque el ruido de los pasillos interrumpió mi descanso.

Lo esencial, sin rollos

Habitaciones limpias pero con decoración algo anticuada. La cena es deliciosa y el trato del personal, excepcional. Sin embargo, el ruido de las habitaciones vecinas puede interrumpir el descanso. La falta de aire acondicionado también se siente, especialmente en días calurosos. Aún así, es una opción muy recomendable para una escapada.

No te pierdas las impresionantes vistas desde las habitaciones. Te recomiendo pedir una con vista a la estación y montaña.

Este lugar me queda perfecto y tiene todo lo que necesito, wi-fi, área de bar, restaurante y un salón de entretenimiento. En mi primera visita, el personal me ayudó dándome un cargador. ¡Recomiendo preguntar por el desayuno desde el inicio! Volveré para unas vacaciones.

Qué delicia el restaurante! La cena de media pensión fue un banquete, con un entrante, plato principal y postre que me dejaron lleno, muy casero y sabroso. Las habitaciones son cómodas, y valoré mucho que me preguntaran si prefería cama doble o individual, así no hay sorpresas. Además, el sistema de calefacción siempre está en marcha, perfecto para luego de una jornada de esquí.

Las paredes son tan finas que puedes escuchar hasta cómo tus vecinos se duchan, lo cual puede arruinar el descanso. También, las camas son un poco duras y las almohadas no son muy cómodas. Pero a pesar de esto, sigue siendo un buen lugar para quedarte.

El hotel está muy limpio y la comida es sabrosa, perfecta para recargar energías después de un día de esquí. Disfruté de la piscina y la sala de juegos, ideales para relajarme un rato. Solo hay un ascensor y hay que esperar un poco, así que mejor planificar bien. 👍

La piscina, aunque pequeña, fue ideal para refrescarnos después de un día de exploración, y el desayuno buffet ofrecía un buen precio, aunque faltaban más opciones saludables. Sin embargo, las habitaciones eran algo ruidosas, se podía escuchar a los vecinos, lo cual perturbó un poco nuestro descanso. Aunque la atención del personal fue muy amable, notamos que la calidad de la comida había disminuido comparado con nuestra experiencia anterior, lo que fue decepcionante.

me alojaría allí de nuevo

La habitación era sencilla pero cómoda, contaba con calefacción, baño privado y TV. El desayuno estaba muy bien, con croissants recién horneados. La ubicación es perfecta para explorar Canfranc y hay buenas rutas de senderismo cerca, especialmente con la nieve. Gran opción si viajas con mascotas.

Fue una opción decente para una parada relámpago en Canfranc con buena calidad por el dinero pagado. El hotel estaba limpio y me gustó que aceptaran mascotas, lo que fue genial para viajar con mi perro. Un consejo sería preguntar por el desayuno desde el principio, ya que no te lo ofrecen automáticamente.

La habitación era bastante cómoda, las camas estaban súper bien y se notaba que los colchones eran nuevos. La calefacción perfecta, ideal después de un día de esquí. El ambiente era tranquilo, aunque se escuchaban algunos ruidos de las habitaciones cercanas. El baño estaba renovado y la ducha funcionaba genial. En general, una buena experiencia.

La piscina cubierta es un verdadero refugio para después de un día explorando, ideal para relajarse como si uno estuviera en un spa de lujo. Las habitaciones, amplias y con suelos de madera, son más cómodas que un sofá en un domingo perezoso, perfectas para descansar después de una jornada de esquí. Además, la comida fue muy sabrosa, con opciones que dejan a la abuela orgullosa, ¡definitivamente un festín!

Falta de aire acondicionado